11/02/2002 EL MISTERIO DE LOS GALINDOS. CAPÍTULO III - Antonio, ¿viste a alguien o algo que nos ayude a entender estos crímenes? Tú fuiste el primero en llegar, tú fuiste el primero en acercarte al cobertizo... –preguntó el cabo de la Guardia Civil al bracero Antonio Fenet. - Es horrible –dijo Antonio –, en mi vida había visto una cosa así. ¡Pobre Juana, hay que ver cómo la ha dejado el criminal que haya sido! Antonio Fenet se retiró a una esquina del patio para vomitar. La visión de la mujer del capataz, Juana Martín, tumbada en su propia cama con la cabeza destrozada sobre un charco de sangre, aún la tenía presente. El traslado de los cadáveres que aparecieron carbonizados en el cobertizo resultó ser una labor muy penosa y difícil. Por algunos detalles que aún presentaban los cuerpos, que no habían sido pasto de las llamas, los peones creyeron que se podía tratar de José González Simón y de su esposa, Asunción Peralta. La identificación no era fácil, puesto que uno de los cuerpos no tenía cabeza y el otro presentaba únicamente el tronco, desde la pelvis al omóplato. Las pruebas posteriores realizadas por el médico forense confirmaron las sospechas de los braceros. Efectivamente, se trataba de José González, tractorista fijo de Los Galindos, de 27 años de edad y casado siete meses antes, y el de su mujer, Asunción Peralta, de 34 años, que de soltera había trabajado como temporera en la finca del marqués de Grañina. El asesino o los asesinos la habían rociado con gasoil antes de arrojar su cuerpo a las llamas. La Guardia Civil continuó inspeccionando el terreno en busca de alguna prueba, algún detalle, cualquier cosa que les respondiera a tantos interrogantes. Eran tres cadáveres, tres asesinatos, los que tenían a la vista. Dos coches llegaron hasta las misma puerta del cortijo Los Galindos. En uno iba el juez de paz con dos personas más. En el otro, mandaban refuerzos de Marchena, cabeza de partido judicial. - Así que tenemos tres muertos –dijo el cabo de la Benemérita al juez de paz y al teniente de línea de Marchena-. José Sánchez, su mujer Asunción Peralta y Juana Martín, la mujer del capataz Manuel Villalta ... que no aparece por ningún lado. (Continuará) Lola Canales